miércoles, 10 de septiembre de 2014

Lectura normal



La verdad es que no existe una pauta general para leer, como no la tenemos tampoco para ver películas o contemplar obras de arte. ¿Cuántas veces hay que ver una película? A primera vista puede parecer absurdo hacerlo más de una vez, lo cual en muchos casos es cierto, pero ver ciertas películas varias veces es algo que no sólo es sensato sino que parece incluso necesario. La intuición corriente es que si uno ha visto la película prestando atención, en las siguientes ocasiones no verá nada nuevo, la experiencia será la misma. La película es ofrecida de una manera standard para ser contemplada de una manera standard: tiene una duración de dos horas y no hay repeticiones, y usted no toma notas ni hay pausas para debatir. Hoy podemos ver la película en DVD y repetir escenas o parar para consultar datos en el IMDb o en Wikipedia, pero esto no representa una nueva forma de verla, sino sólo el uso de algunas comodidades que ayudan al espectador distraído o desinformado que no es capaz de recibir el “mensaje” de la manera “prevista”. 

Hay que hacer una advertencia. Al sugerir que no hay una lectura standard no estoy pensando en el hecho de que el receptor de una obra puede hacer con ella lo que quiera. Obviamente, usted puede leer Guerra y Paz con las instrucciones de Rayuela, o usar la Crítica de la razón pura para mantener abierta una ventana; nadie se lo impide, y en muchos casos estas recepciones darán mayor sentido y utilidad a la obra que el que nosotros o cualquiera le hubiéramos dado ateniéndonos al uso regular. Lo que digo es que lo que el autor nos ofrece, normalmente, es un trabajo a medias y nuestra labor de lectura (ateniéndonos al texto y sin hacer experimentos) lo que intenta es vislumbrar una forma de terminarlo.